martes, 19 de mayo de 2015

Esta columna va a ser corta: quiero hablar sobre por qué justificamos todo en razón de cómo nos sirve o cómo nos es útil.
En el verano una amiga se hizo un tatuaje en su brazo. Yo sabía que su papá no era un gran fan de los tatuajes, y por esas cosas de la vida me tocó verlo en uno de esos días del verano. Yo no veía a mi amiga hace un tiempo, y a través de él (su papá) me enteré que se había hecho el tatuaje. Sorprendida dije "Ah qué buena! y qué se hizo?" y él contestó "una araucaria" y yo "ah, qué lindo!" y él refunfuñó un poco y dijo que no entendía por qué la gente se tatuaba, si no les servía de nada. "Cuál es la utilidad que tiene tener un dibujo imborrable en la piel?" se preguntaba él. Y esto fue motivo para que me pegara una vez más una reflexión acerca de por qué queremos justificar cosas que finalmente se tratan de GUSTOS con el parámetro de la UTILIDAD. Pareciera que a veces hemos perdido el norte sobre qué significa hacer algo por gusto y que, finalmente, sólo respondemos al deber, a las tareas, y a lo que nos sirve o contribuye para cumplir esas tareas de mejor forma. Creo que en esa ocasión le dije "pero tío, es como cuando usted se come un asado. por qué se lo come?" y dijo "porque me gusta la carne" y le dije "ya po, es lo mismo, porque usted no se come el asado porque le sirve". Y fue como "hmm..es verdad". Pero de todos modos me llama la atención esa posición de la utilidad (entendida como "de qué forma ésto me es útil para llegar a una meta"), porque también alguien podría tratar de justificar su gusto por algo porque le sirve: es como la gente que dice que come carne porque es una gran fuente de vitamina b12 y de proteínas, cuando en realidad eso es solo un accesorio y la razón de fondo es porque les gusta, lo encuentran rico, reúne a los amigos y/o a la familia, etc...
Eso. No quiero perder nunca de vista que no está mal darse gustos y no tener ni que dar explicaciones por eso :3

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