martes, 19 de agosto de 2014

El cable al cielo

Cuando la gente que me conoce habla de mí e intenta identificarme con cosas, actividades, etc... casi todos me identifican con la música. Siempre me ha gustado la música y hasta me ha obsesionado. La mayoría de las fijaciones que he tenido en mi vida tienen que ver con la música. Si me preguntan qué instrumentos toco siempre digo "guitarra" y mis hermanas interrumpen diciendo "PERO además toca piano, teclado, bajo, acordeón, flauta, batería" lo cual no es completamente cierto ya que sólo me manejo muy básicamente. Mis hermanas pueden decir eso de mí desde que tengo 17 años. En este momento de mi vida, en que tengo 24, me cuesta entender cómo en tan poco tiempo aprendí a tocar tantos instrumentos, considerando que la primera vez que agarré uno de ellos con la decisión de aprender a tocarlo fue a los 13 -mi querida guitarra-. En marzo de este año (2014), después de seis meses, dejé de tener clases de guitarra con mi profesor del colegio de toda la vida porque lo pusieron de director en un colegio artíshtico. Y ahí quedó mi guitarra botada. Como esto coincidió con el comienzo de mi práctica profesional por supuesto que mi guitarra estuvo seis meses sin na que na. Desde que terminé mi práctica (un mes atrás) que me vengo preguntando por qué me ha costado tomar por mi misma la guitarra, y también por qué mientras tuve clases de guitarra con mi profe me costó tanto ser constante y matea, cosa que definitivamente no pasaba cuando era más chica y me obsesionaba con aprender a tocar un instrumento. 

A mi mamá le gustaba la música lo justo y necesario. Mi papá, en cambio, venía de una familia muy musical, al nivel de que cuando eran chicos y había visitas formaban a todos los hermanitos para que les cantaran y las visitas dijeran "aaaaw" y admiraran el talento que tenían (y que siguen teniendo). Y no solo cantan, sino que también tocan instrumentos. La guitarra es la preferida de mis tí@s. 

Si me preguntan cómo recuerdo a mi papá cuando era chica, lo recuerdo parrillando, tomando cerveza Cristal y cantando karaoke, consiguiéndose pistas para cantar encima, no importaba si lo hacía solo o en compañía de amig@s. Me acuerdo una época en que me dio con que yo quería tener una radio y le robaba los cassettes 'vírgenes' a mi papá, que en realidad eran los cassettes donde él se grababa cantando con las pistas de fondo. Cuando llevaba esos cassettes al colegio para grabar mi radio allá, de repente se oía a mi papá cantando por ahí y mis amigas no me creían que era mi papá: cantaba MUY bien!

En las navidades era el momento de ver a todos los primos, y me acuerdo que mis primas de curicó siempre se lucían tocando piano, ya que desde chicas habían tenido clases. Yo me moría de ganas de ser hija de mi tío para también tener clases de piano, pero el primer gran problema era que yo no tenía un piano. Mi prima me enseñó las cosas más básicas de este instrumento y yo comencé a practicar en la casa de mis abuelos, donde había un piano que aún circula en mi familia. Sin embargo, mis abuelos vivían muy lejos mío, por lo que mis prácticas no podían darse más allá de dos veces al mes. Fue en ese momento en que decidí pedir para navidad un teclado. Y LLEGÓ. 


Era enorme para mis pequeñas manos, hasta que mis manos crecieron.
Qué manera de pasar horas tocando cualquier weá. Me volví loca, pasaba horas y horas tratando de sacar canciones monofónicas, y al ver que me resultaba seguía intentando con otras cosas. Mi primer gran logro fue sacar la famosa Polka de los perros con el crédito de que nadie me la enseñó y que y no sabía leer música por lo que sólo le daba gracias a mi buen oído. Mis hermanas también se aventuraron y demostraron su talento: mi hermana grande sacó la melodía de "Why don't you get a job" de The Offspring (sí, sonaba mucho más tierno de lo que en realidad era) y mi hermana chica sacó "You can leave your hat on" (no me pregunten por qué tenía 5 años y la conocía). Además el teclado venía con una canción de demostración en la que se lucían todos los instrumentos que el teclado podía reproducir, y este demo no era nada más ni nada menos que la canción "Together Forever", la cual pueden escuchar aquí (háganlo porque es muy chistosa). Se merece todos mis respetos porque fue la música de fondo para los noticieros que me gustaba hacer en mis radios. Hay pruebas empíricas de ello.

Cuando mis papás estaban a punto de separarse en el año 2000, con mis primas y hermanas comenzamos a tener fiebre de MTV, íbamos a la casa de mis primas que tenían cable y veíamos MTV todo el día, y así fue como conocí grupos como Limp Bizkit, Korn, Molotov, Kid Rock, The Offspring, Blink 182, etc.... que eran rudos y que hablaban de cosas que los adultos no querían que oyésemos. Estábamos ad portas de entrar en la pubertad y desbordábamos en ganas de correr por los campos gritando CONCHETUMADREEEECONCHETUMADREEEECULIAOOOOOO y todas las palabrotas que nuestros papás nos habían prohibido decir. De hecho de eso se trataban todos mis noticiarios: de inventar noticias que tuvieran más que nada garabatos, palabras cochinas o referencias a situaciones sexuales o... cualquier weá. Mis papás se separaron, y como mi mamá no sabía inglés nos compraba todos los cassettes de aquellos grupos auspiciados por Parental Advisory.

Había otro que en lugar de decir "explicit lyrics" decía "explicit content". Y los conocí a los dos.

Al mismo tiempo que estaba imbuida de estos grupos tan pedagógicos mi mamá comenzó una relación con un weón que era un loco de mierda básicamente. No voy a entrar en detalles pero cuando les digo que HABÍA que buscar forma de distraerse...créanme: había que hacerlo. Era un asunto de supervivencia. Fue así como empezaron a entrar a mi vida otros grupos como Crazy Town, Red Hot Chili Peppers, Fenix Tx, NOFX, MXPX (y muchos otros grupos con X en sus nombres), a los cuales solo me dedicaba a escuchar. Debo decir que además yo tenía una afición al dibujo, por lo que cuando apareció Gorillaz RAYÉ EN LOCURA. Estaba demencialmente enamorada de 2d, quería puro ser como él y ser su polola. Me puse a dibujar mucho y a investigar cómo había nacido Gorillaz. Caché que era un proyecto de, entre otros, Damon Albarn, quien era integrante de Blur. Cuando caché que este lolito, que también fue mi marido en mis sueños, tocaba piano, me puse las pilas y comencé a tocar. Un nuevo logro se agregó a mis cortos once años: saqué "charmless man" (y sí, me compré el disco de grandes éxitos que a estas alturas de mi vida está rayadísimo e inescuchable). Como Damon Albarn también tocaba guitarra me quise aventurar. Agarré la guitarra tamaño muñeca que el pololo de mi mamá le había regalado a mi hermana chica. El sabía tocar así que me enseñó lo básico. Una vez más me obsesioné, dejé botado todo por aprender a tocar guitarra. Seguí practicando por mi cuenta. 

En el año 2002 asistí al primer concierto al que yo había decidido ir. Era el concierto de KORN y como parecía un panorama tan familiar fuimos con mis hermanas y mi papá. Fue la primera vez que sentí olor a marihuana y mi papá miraba con cara de espanto. Me acuerdo que mi hermana chica dijo "qué rico el olor" JAJAJAJAJAJA CTMMM. Mi papá se quería morir, yo creo que ni él había visto nunca a nadie fumando yerba. El lo pasó pésimo; yo lo pasé la zorra, cabecié hasta que me desnuqué y mi papá pensó que estaba poseída y me huevea hasta el día de hoy. Esta experiencia me animó más a tocar guitarra, pero con una de palo no era mucho lo que podía hacer. Ese año mi tía que estudió música llegó a una de las reuniones familiares con una guitarra eléctrica, lo que capturó mi atención. Más encima no tocó Bing Crosby ni nada de esas cosas con las que mi abuelo goza: tocó CALIFORNICATION de los RHCP y más encima la tocó bien así que me enamoré de mi tía. Le dije que por favor me la enseñara, y ahí estuvimos un rato y me pasó unas partituras las cuales me enseñó a leer esa misma tarde. estuve semanas sacando la canción en mi guitarra de palo y lo conseguí. Ahí realmente empezó TODO. Me proponía sacar todas las canciones que me gustaban y lo conseguía medianamente. Como no conocía las notas iba inventando acordes que sonaran bien. Mi tía me pasó una hojita con los clásicos acordes: los mayores y los menores (sin sostenidos de por medio). En octubre de ese mismo año fue, además, el concierto de los RHCP en el Nacional, y recuerdo haber pensado que era una confabulación cósmica que justo me haya estado aprendiendo Californication en el momento en que ellos visitaban Chile. Mi locura creció, desde luego.

Una de las grandes revelaciones la tuve en el verano del 2003. Me obsesioné con Sergio Lagos y como caché que era de Concepción me puse a escuchar música de esa ciudad. Llegué a Emociones Clandestinas, que no fueron muy importantes para mí, y a Los Bunkers y Los Tres, que VAYA QUE FUERON IMPORTANTES. Un día caché que tenía suficiente plata ahorrada y me fui a la feria del disco a comprar alguna cosa. Me pasaba horas vitrineando hasta que encontrara algo que me convenciera. Encontré el disco "Canción de lejos" de Los Bunkers, el que hasta el día de hoy sigue siendo uno de mis discos favoritos de la vida. Me acuerdo que llegué a mi casa a ponerlo en el reproductor de radio, cassette y cd que me habían regalado para mi cumpleaños del 99', y cuando saqué el librito que viene dentro del disco para cantarme todas las canciones me di cuenta de que el cancionero no solo traía la letra de las canciones, sino también LOS ACORDES, y los weones telas además se dieron la paja de poner en una página del final UN GLOSARIO DE ACORDES, de los cuales los sostenidos eran las weás más piola: conocí los dis9, add7, #7, y así fue como pasé todo ese verano encerrada en mi pieza tocando guitarra. Puta que aprendí con Los Bunkers. 

Conchemimare que buen discooooo
Me acuerdo que en la última página del librito salía un mail de contacto y les mandé un mail que deben haber creído que era de una groupie, les dije que eran la zorra, que eran talentosos, secos, geniales, solidarios por compartir conocimiento, etc... Y ME LO RESPONDIERON terrible de agradecidos, es más, fueron como 7 lineas (eso es harto, sobretodo en estos tiempos de la inmediatez). Ese fue uno de los momentos más felices de mi vida.

Así fue como me empecé a acercar a la música chilena. Me acuerdo que el 2004 o 2005 dieron un documental en el 13 sobre música chilena como de oshros tiempos, y anoté TODOS los nombres de grupos que salieron: conocí a Los Blops, a Eduardo Gatti, a Inti Illimani, a Quilapayún, a la Violeta Parra, a Victor Jara, a Illapu, a Fernando Ubiergo, a Alvaro Scaramelli... además que en el 2003, además de que se murió el Gato Alquinta y su hijo (lo que me conmovió mucho y me acercó a Los Jaivas) me compré un disco de Rock Chileno de los 80 que me hizo adentrarme en Los Prisioneros, Emociones Clandestinas, Banda 69, Upa y otros. A principios del 2004, cuando empezaba la época escolar, fui a la sección de cuadernos del Lider y encontré cuadernos temáticos. Había uno con una portada de Metallica y su pésimo disco "St Anger", me lo compré y lo destiné para escribir partituras. Mi tía me había dado el dato de la página atame.org donde había partituras de música latina, y no me acuerdo cómo llegue a ultimate-guitar.com para buscar partituras de música en inglés. Llené ese cuaderno de partituras impresas, otras transcritas por mí, y algunos dibujos. 

Compartía el gusto por la música con una amiga del colegio que, por sus papás, era más dada al rock de otras décadas. Ella me presentó a Black Sabbath y Ozzy Osbourne, a Creedence, a Fleetwood Mac y otros que ahora no recuerdo. Me acuerdo que en un momento quisimos hacer un proyecto que era algo así como "por qué los grandes músicos mueren?" ajajaja como si fuésemos a encontrar una respuesta. Y teníamos un minicuaderno amarillo en el que íbamos anotando personajes del mundo musical, su día de nacimiento, día de muerte y motivo de su muerte, además de que pegábamos fotos de esos personajes. Fue así como me acerqué a los profes de música del colegio, con los que entablamos las relaciones más cercanas de las que recuerdo respecto a otros profes del colegio. De hecho una vez un profe nos invitó a ver a su grupo Akinetón Retard. 

Nos hicimos muy cercanas con mi amiga porque disfrutábamos de las mismas cosas: las dos haciamos teatro y lo amábamos, y además compartíamos música como no lo hacíamos con nadie más del colegio. En esos tiempos los asuntos económicos no andaban bien en su familia, por lo que un día decidí invitarla a algún evento bacán que fuera a haber. En noviembre del 2004 se hizo en el estadio de San Carlos de Apoquindo el SUE (Santiago Urbano Electrónico), y los platos fuertes eran Blondie para el primer día y Morrissey para el segundo. Morrissey había revivido de las cenizas, y parece que su vuelta a la vida se venía buena. Yo cachaba más a Blondie y me gustaba más Blondie, pero me la jugué por algo nuevo. Invité a mi amiga a ver a Morrissey. Creo que lo teloneaba Mars Volta. En estos tiempos yo estaba obsesionada con Charly García, Sui Generis y Serú Girán, los que me dieron haaaarto material para encerrarme en la pieza a sacar canciones, de hecho debo decir que aprendí MUCHO con Charly... pero ese día (el día del SUE) adquirí una nueva obsesión.

Otro disco que me hice cagar
Me obsesioné con Morrissey y The Smiths. La navidad del 2004 me habían regalado un teclado nuevo porque mis dedos habían crecido y cuando trataba de tocar una tecla con un dedo al final terminaba tocando cuatro. Cómo habrá sido mi obsesión con The Smiths y Morrissey que no pesqué el teclado hasta que se me quitó la obsesión. Pensaba TODO en función a ellos y con sus letras me dieron una perspectiva diferente para ver la vida: letras sobre maltrato animal, sobre amor no correspondido por ser feo o enrollado (con lo que me sentía totalmente identificada), sobre amor gay, sobre encontrar imbécil a la gente y sobre cómo Dios se presentaba en todo esto. Era todo lo que necesitaba en ese momento de mucha soledad en mi vida, en que mi mamá seguía con el mismo imbécil que me había enseñado a tocar guitarra, lo que era un motivo para no querer llegar a la casa, y cuando llegaba me encerraba en mi pieza a escuchar la música de turno. The Smiths me hizo caer en cuenta de que de algún modo no estaba conforme con muchas cosas de mi vida. 

Cuando caché que me gustaba más Morrissey que The Smiths me compré dos discos suyos: el nuevo, que era You are the quarry, y un clásico que también es uno de mis favoritos, Bona Drag.


Este disco me rayó pero no en buena. Me gustaba mucho pero me angustiaba mucho escuchándolo porque hablaba de cosas que me estaban pasando y que no quería asumir. Hablaba de cosas FEAS. Cosas que yo no podía escuchar porque necesitaba sobrevivir y querer vivir en esa casa. Más encima había una canción que se llamaba November spawned a monster que me hacía sentir aludida (yo nací en Noviembre), pues en ese tiempo estaba cursando mi más crítica fase de acné severo. Por un momento pensé que me estaba volviendo loca escuchando tanto a Morrissey así que un día hice algo: guardé los discos en sus cajitas, salí de mi casa y los dejé en la vereda de afuera de mi edificio para que la persona que se los quisiera llevar se los llevara. Nunca volvieron a mi esos discos, y no tenían cómo hacerlo. 

Después de este episodio retomé el rumbo con Blur, y me compré los discos 13, al que no le encontraba ningún brillo, y el Great Escape, cuyo nombre me hacía mucho sentido. Me acuerdo que el Great Escape lo encontré en una tienda de discos que estaba muy raramente ubicada, pero como estaba cerca de mi casa decidí ir a pasar todas las tardes allá. Me hice amiga del tipo que atendía y los discos eran muuuuy baratos, así que siempre salía con algo (no eran piratas, no había nada peor para mí que los discos piratas).


Recuerdo que este disco había salido después de que Damon Albarn rompiera una importante relación como de ocho años, y ese es el motivo del nombre. Yo también estaba necesitando un gran escape en esa época (2004-2005) y podría decir que lo encontré, en parte, en este disco. Además que me permitió seguir con mi afición a la guitarra, ya que el librito con cancionero también le llevaba partituras. Además "everything went better than expected" porque en el 2005 me compré una guitarra eléctrica y luego mi primer y único ampli, con la que pude expandir vastamente mi experiencia guitarreando. 

Sin embargo en estos tiempos una nueva obsesión vino a mí: Charles Chaplin. Me vi todas las películas, me sabía el discurso del final del Gran Dictador de memoria entero (y en inglés poh lenda), veía a Chaplin en todos lados, hasta me lo quise tatuar. Y me obsesioné con la banda sonora de sus películas. En alguna que ya no recuerdo usaba la quinta Danza Húngara de Brahms. Solo me acuerdo que era una escena en que lo afeitaban. Y como yo era obsesiva, me saqué la primera parte de dicha danza. Me costó muchas salidas con mis amigas y almuerzos familiares. Empecé a explorar en los clásicos y también me aprendí la tanfomepalospianistasdeverdad primera parte de la Marcha Turca de Mozart. Me acuerdo que lo intenté con el Nocturno op.9 n°2 de Chopin y con otra del mismo autor que no me acuerdo cómo se llama, pero fue un poco más difícil y nunca lo logré.

Sí, también me aprendí el bailecito y lo hacía hasta con panes, tal como lo hizo Charlot.
Un día, al final del 2005 o el 2006, mi hermana llegó contándome que había visto una película muy buena y que quería que la viera porque me iba a gustar. Era Almost Famous, la que hasta el día de hoy sigue siendo una de mis películas preferidas. Me acordaba de haber visto muchos afiches de la película en el 2001, donde salía la Kate Hudson según yo semi en pelota y con cara de caliente, por lo que automáticamente la descarté de mis prioridades.


Contra mis expectativas ME ENAMORÉ de esta película. Le puse 'pausa' a los créditos y escribí los nombres de los grupos y las canciones que aparecían en la película y que eran MUCHOS. Así conocí y/o profundicé en Led Zeppelin, Black Sabbath, The Allman Brothers Band, Iggy Pop, Yes y The Who básicamente.  

El 2006 tomé un electivo de música en mi colegio, que estaba a cargo del profe que hasta este año era mi profe de guitarra. Mi profe estaba interesado en que como curso conociéramos un poco de canción protesta chilena, o de música bien hecha, con músicos de calidad, buenos compositores, etc... Claro que el promedio de mi curso no cachaba UNA. Creían que Victor Jara era un diputado. Me acuerdo que la cantidad de alumnas en ese curso fue superior a la que el profe esperaba que entraran y además lo pasábamos tan bien que el profe se empezó a entusiasmar. A todo esto, hay que mencionar que en el ramo de música 'el proletariado' estaba compuesto por aquellas que tocaban el metalófono y la flauta dulce, mientras que 'la aristocracia' estaba compuesta por las que tocaban piano, guitarra, violín, bajo o teclado. La aristocracia se veía en mi colegio como cada 25 años. Por años no pasaba ná con el curso de música pero pasó que en mi generación habíamos dos guitarreras -que habíamos sido ascendidas a la aristocracia dos años antes-, una bajista, una pianista y una tecladista, por lo que el profe se volvió loco. Nos sacó el jugo como curso y de este modo terminamos convirtiéndonos en el Conjunto Instrumental de mi colegio. Tocábamos en todas las celebraciones del colegio y más encima de esas canciones que a los papás no les gustaban, como por ejemplo El Derecho de Vivir en Paz, que puta que salía linda. Hacíamos llorar a los profes (y no es broma). Más encima a mí me encantaba esa música. 

En el curso nos pudimos conocer mejor entre las de la aristocracia y formamos un grupo chaya pero muy entretenido para audicionar a un Festival Adolescente y Cuico, de colegio, de la época. Me acuerdo que lo pasé la raja en ese momento de mi vida. Tocábamos en todas. Nos llamaron mil veces del colegio para que tocáramos. Hasta una vez nos hicieron tocar en el bingo del colegio. Me acuerdo que nos chutearon más que la mierda pa subirnos a tocar, y en vez de tocar a las 19:00 hrs terminamos tocando a las 21:00 hrs. Después del medio webeo nos quisimos relajar, yo vivía al frente del colegio así que les dije a las cabras 'vamos a mi casa, sé que hay chelas'. Estuvimos ahí tocando, tomando, hueveando, inventándole canciones a la maraca que no nos había querido dejar subir antes al escenario, lo pasamos la raja. De repente sonó el citófono y fui a contestar. Era el pololo de mi mamá que en ese tiempo ya era ex. Mi mamá me había encargado encarecidamente que no lo dejara pasar. El weón, pensando que yo era mi mamá, me empezó a gritonear por el citófono que no fuera maraca de mierday que le abriera. Tuvimos que esperar que dejara de tocar el citófono y que se fuera para que mis amigas pudiesen irse en paz. Esa noche la terminé en la comisaría con mi mamá y mis hermanas denunciando al hdp. 

Como ya mencioné, en la aristocracia había una pianista, la cual era muy amiga mía. Un día del 2006 me contó que le habían regalado un acordeón y yo lo único que quería era ir a conocerlo. Lo conocí y adivinen: RAYÉ. Le conté a mi mamá que ahora quería ahorrar para comprarme un acordeón y me dijo 'pero tu abuela tiene uno guardado, si quieres se lo pido y te lo traigo'. Excitada, acepté. Cuando me lo trajo pensé que era una broma: 



Tenía una octava y cuarto y las teclas medían la mitad de mis dedos. Sin embargo igual me entretuve todo el verano tratando de tocar, a pesar de que había dos teclas que no funcionaban, lo que prácticamente equivalía a que todo el acordeón estaba malo. Más encima ni siquiera eran notas piola, eran un Do y un Mi. Sin importar esto, y considerando que fui un par de veces más a la casa de mi amiga a ver y tocar su acordeón, yo ya me auto-proclamaba una acordeonista. 

El primer semestre del 2007 los cuartos medios teníamos que preparar una obra para el día de Francia (en Julio). El departamento de Francés decidió hacer la vida y obra de Edith Piaf, y recuerdo que la profe de Francés me dijo "Me encantaría hacer algo bien parisino, por ejemplo me encantaría que la obra se desarrollara mientras alguien toca acordeón o algo así". Entonces se me prendió la ampolleta de la humildad y le dije "pero Madame, yo toco acordeón!" (mentira) y respondió muy entusiasmada. Hablamos de posibles canciones para tocar y finalmente me dijo "pero...tu...tienes acordeón?" y le dije "emm...no". Así que me prestó el suyo que era HERMOSO. Era un hohner blanco con 120 botoncitos y mil octavas = MARAVILLOSO, sobre todo considerando que justo en esa época me fui a vivir con mi papá por los problemas que estábamos teniendo con mi mamá. Me pasó el acordeón la semana después de que tuve que ir a los Tribunales de Familia a declarar en contra de mi mamá, período que fue tan triste que ni siquiera lo recuerdo bien. Me pasaba todas las tardes después del colegio tocando acordeón. La obra salió excelente. Con mi amiga pianista tocamos La vie en rose a piano y acordeón, y al final de la obra tocamos Je ne regrette rien con mi colega guitarrista de la aristocracia como voz. A esas alturas ya había vuelto a hablar con mi mamá, y la invité a ella, a mis tatas y a mi papá. Mi mamá y mi papá se sentaron en dos extremos distintos porque no se hablaban.

Mi profe de música me presentó a una alumna suya de la academia de guitarra de un curso más abajo mío en mi mismo colegio, pues estaba seguro que nos llevaríamos muy bien. Le gustaban todos los grupos que a mí me gustaban y estaba en sintonía con mi obsesión del momento: Los Tres, Lalo y Roberto Parra, Inti y Quila, además de que le gustaba mucho Yes, Buena Vista Social Club y los trabajos solistas de cada uno de sus integrantes (Rubén González, Compay Segundo, Ibrahim Ferrer, etc...). Más encima ella formaba parte del centro de alumnas así que me hizo partícipe de todas las actividades culturales. Una de las más importantes fue la celebración del 18, donde juntas "teloneamos" a Inti, que fueron a tocar a mi colegio. Me acuerdo que no llevaron su charango y me pidieron a mí que fuera a buscar el mío (sí, también toco un poco de charango) ya que vivía al frente del colegio. Sin embargo como me había ido a vivir con mi papá mi charango ya no estaba más en la casa del frente. Recuerdo haberlo lamentado tanto... 

Buena cabros. El de camisa roja era el que tenía que llevar el charango, pero decidió no ir a tocar a mi colegio porque éramos colegio privado :(

Estaba a punto de salir del colegio y estaba decidida a estudiar teoría de la música en la UChile. No había preparado la PSU y, a pesar de que mis años más musicales habían mejorado un poco mis notas, no me presentaba con un buen NEM así que tendría que sacarme la chucha. Fue imposible en esta oportunidad, por lo que decidí tomarme el año siguiente (2008) para preparar la PSU. Para aprender un poco más de teoría tomé unas clases de guitarra que impartía la unidad cultural de la municipalidad de providencia. A estas clases se ingresaba sin filtro: éramos siete alumnos, en donde había gente que le habían regalado la guitarra para el cumpleaños n° 3 y que nunca la habían sacado del estuche, así como había gente con más experiencia como yo. Me aburrí como ostra en ese curso pero aprendí algunas cosas, como por ejemplo qué eran los tonos, semitonos, de qué se componía un acorde: la tónica, la tercera y la quinta, blablabla. El profe era tela conmigo y cuando terminó el curso me dijo "tienes que tomar clases, no podemos desaprovechar tu talento". Nos metimos juntas con otra galla que estudiaba música en la unab a clases con este tipo. Las hacía en su casa en La Reina (a la mierda y una paja) y más encima su sentido del humor era demasiado retardado para mí. Yo le tiraba tallas y tenía que explicárselas, recuerdo. No había nada de feeling. Yo lo encontraba seco pero tonto. Mi compañera me abandonó y yo terminé teniendo clases sola con él. Siempre lo había encontrado raro, y un día el weón me dijo que quería hacerme famosa, que yo iba a convertirme en una estrella apadrinada por él, y me tuvo tres meses practicando, durante las dos horas que duraban sus clases, las putas escalas griegas: dorio, jonio, mixolidio, eolio, etc... hubiese querido hacerlo rodar escalera abajo pero no podía porque era su casa, así que le di el corte. Le dije "me aburrieron tus clases, no voy a seguir". Y se me quitaron las ganas de estudiar música. Tres años después, pa más remate, me lo encontré a un par de cuadras de mi nueva casa. Me reconoció y me dijo que lo agregara a fb. Como creo que soy buena onda lo hice, y ese fue el momento para que él me la tirara: me invitó a salir. Por supuesto nunca más le hablé.

Creo que lo que pasó después con la música en mi vida merece otro capítulo, porque sin duda este tiene un sello clarísimo.

Ayer pensaba que pareciera que toda mi vida de ajetreo musical se debió solo a que necesitaba una razón para distraerme. Nunca más me compré un disco, aunque sí he recibido de regalo, porque aprendí a usar los programas de internet y porque ya no tenía a mi fiel reproductor de cds de antaño, sino que tenía un equipo más complicado que la chucha. No sé si la falta de ese ritual que era llegar con el disco, sentarme al frente de la radio, ponerlo y dedicarle el tiempo que durara, es lo que me ha hecho sentirme tan lejana a la forma en que disfrutaba la música en ese entonces. Por otro lado, pensaba ayer que no sé hasta qué punto la disfrutaba, porque en la cabeza tenía miles de cosas por las que preocuparme y que con la música hacía como que no me preocupaban. Quizás no sé disfrutar bien de la música, y creo que ese es uno de lo desafíos que me quedan para adelante: darle el tiempo que siempre le dí pero no verla como un medio para no pensar en otra cosa, sino que escuchar música sea el fin, que no haya nada después de aquello y que eso no me haga sentir angustiada por ser una sensación distinta. 


Los discos de mi vida (los que no alcanzaron a serlo están guardados en una caja)

1 comentario:

  1. Está hermoso el blog, en forma y contenido, la entrada no la había visto aquí. Siento el privilegio de leerla mentalmente en el Peppermint

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