jueves, 1 de mayo de 2014

Hablar con un desconocido

Hasta hace un tiempo mi actividad física era mucho más constante que ahora. Me dedicaba a hacer yoga como dos o tres veces por semana y eso me tenía muy hiperlaxa y, por tanto, relajada. Era barato, por lo que se llenaba de gente. Es por eso que yo siempre llegaba un buen rato antes para poder agarrar un buen puesto. 

El Encuentro

Un día hice mi rutina: llegué al lugar, me cambié de ropa, dejé mi mochila en uno de los estantes, mis zapatillas en la entrada, agarré un mat, unos ladrillitos y busqué un buen lugar para instalarme. Estaba con una amiga así que le guardé un puesto y ella llegó y se puso a un lado mío. La gente que iba a este lugar era, en general, gente que iba hace un buen rato, por lo que detectábamos nuevas presencias y/o no nos distraíamos cuando alguno de los conocidos entraba. Sin embargo, en este día la rutina de la gente conocida se vio interrumpida por la presencia de un personaje que no solo era nuevo sino que también famoso. Para mantener el misterio no diré de quién se trataba. Este personaje famoso se puso al otro lado mío que había quedado disponible. Se llevó a efecto la clase de yoga de ese día, y yo, con mi polera pintada por mí misma con frases de Nicanor Parra, me sentía de lo más mimetizada con la onda. La profe cerró la clase con tres prolongadas pronunciaciones del Ohm mientras permanecíamos sentados con las piernas cruzadas. Me paré, enrollé el mat, lo fui a guardar, y en eso el personaje famoso se me acerca y me dice "buena polera!". Yo, sin saber qué decir o hacer, le dije (después de largos segundos tratando de articular una frase coherente): "gracias!", me di media vuelta y partí a cambiarme de ropa. Le conté a mi amiga la interacción que había tenido con el personaje y chillamos un rato en el baño. Luego le dije que tenía que irme así que me despedí.

La interacción intervenida (o "¿por qué no estudié teatro?")

Me fui a tomar la micro que me dejaba en la puerta de mi casa: mi d09. Hice la fila como buena ciudadana que soy, ésta comenzó a avanzar y así lo hice yo hasta que terminé dentro de la micro. De pronto se me ocurrió mirar hacia adelante y divisé a este personaje famoso allí, frente a mí, mirándome con cara de "hola!", por lo que me instalé al lado de él y le dije "así que te gusta Nicanor Parra..." y esto dio el pie para una larga conversación. Yo tenía clarísimo quién era este personaje, sin embargo encontré que sería entretenido tener una conversación con él suponiendo que era un desconocido, así quizás podría conocer aspectos de los que no hablaría si es que se le impusiera de una la etiqueta de conocido. Empezamos a hablar sobre hace cuánto tiempo estábamos yendo a yoga y los efectos que esto causaba en nuestros estados de ánimo. Me dijo que le gustaría practicarlo con mayor frecuencia pero que no tenía mucho tiempo:
- "¿Por qué?"
- "Porque me toca viajar mucho".
- "¿Por qué? ¿Eres provinciano?" inquirí.
- "No, es por mi trabajo" (aquí detecté que el sujeto en cuestión también estaba jugando bien a esto de ser un desconocido).
- "¿Y a qué te dedicas?" 
- "Soy músico, tengo una banda"
- "Bueeena, y ¿qué instrumento tocas?" (yo ya me sabía la respuesta)
- "Uuuf, guitarra, violín, piano, bajo", etc...etc...etc...una-lista-interminable-para-mi-asombro.
- "Oooh  bacán"
- "Sí ¿y tú? ¿qué haces?"
- "Estudio sociología"
- "Bueeena, yo tengo un hermano que estudia sociología (no sé si esto lo inventé o no) y ¿te gusta?"
- "Seeeh, es simpático. Aunque mi sueño frustrado es haber estudiado música".
- "Ah, qué buena! y tocai algo?"
- "Sí, toco guitarra".
- "buena, aprendiste con clases?"
- "Sí y no. Aprendí sola y después me perfeccioné un poco con clases pero después las dejé porque mi profe quería hacerme famosa". 
- "chucha jajaa y quién era tu profe?"
- "********** *********"
- "aaah si lo conozco, pero no como profe sino que como músico".
- "es un gran músico, pero un pésimo profe".
- "buuu qué lata. y qué música te gusta?"
- "harta, pero ahora estoy explorando rock progresivo. Y no te pregunté, qué música tocan con tu banda?"
- "uuuf es una mezcla grande. Lo que pasa es que yo vengo de una familia de músicos y tomé cosas de ahí, que me tocó ver cuando chico, después me fui a estudiar música a Holanda y conocí la música de allá y de ese menjunje resultó lo que estamos haciendo ahora".
- "suena interesante!"
- "espérame un segundo que me están llamando (pesca el teléfono que estaba sonando y lo contesta). Aló? Hola! Sí, podría hablar con Jorge Coulón?" Mientras tanto, yo figuraba haciéndome la desinteresada mirando por la ventana pero cuando escuché este nombre mis orejas se pararon cual perro emocionado.

Y el resto del viaje se lo habló todo con nuestro amigo Jorge Coulón. Hablaban sobre el lanzamiento de una canción en la scd bellavista. Luego cortó y aproveché de preguntarle dónde se bajaba, que era más adelante de donde vivía yo. En eso lo llamaron de nuevo, habló y llegó el momento de bajarme de la micro. Nos despedimos flashmente, me preguntó mi nombre, se lo dije e hice un gesto de despedida con la mano.

Luego me lo encontré un par de veces más en yoga y nos saludábamos pero no nos volvimos a ir juntos en la micro.

Era divertido esto de hacer como que yo no sabía quién era porque obviamente la relación persona x-persona x es distinta a la de persona famosa-persona x. Mi vida y mi carrera me han convertido en una persona que le gusta saber desde dónde se fundamentan y definen las personas, y este ejercicio era un interesante intento.

La confesión


En una ocasión en que lo volví a ver en yoga nos saludamos como de costumbre pero me dije "ya wn, le voy a decir que sé quién es". Andaba con su guitarra y lo abordé cuando iba saliendo. Le dije "puedo hablar un segundo contigo?" y me dijo que bueno, que si le podía cuidar la guitarra mientras iba al baño a cambiarse de ropa, y así lo hice. Cuando volvió le dije: en verdad es una weá, pero yo ya sé quién eres". Me miró consternado y con risa y después de un rato me dijo "y por qué hiciste como que no me cachabai?" y le dije que era más entretenido tener una conversación desde el anonimato (me da un poco de verguenza acordarme de esto ajajajajaja)


Caminamos un rato riéndonos de esto mientras dejábamos el lugar donde hacemos yoga para salir a la calle, y le dije que ya que ahora él sabía que yo sabía quién era me sentía con el deber de felicitarlo por su trabajo, que lo encontraba digno de respeto y admiración, y que era valiente porque dedicarse música en Chile no era pa los pollos. 
- "Y te digo lo de valiente porque mi papá, por ejemplo, quiso por mucho tiempo dedicarse a la música cantando y no lo hizo".
- "y qué lo detuvo?"
- "una vez le pregunté lo mismo y me dijo 'hija, ud se imagina el bullying que le deben hacer a los hijos del Lucho Jara?'". Mi papá se hubiese dedicado a las baladas y aseguraba que si lo hubiese hecho habría terminado como el Lucho Jara y yo con varios apodos heredados de mis compañeras de colegio. "Y se nota en todo caso", continué, "que tu volá es otra a la del Lucho Jara..".

Se rió un buen rato con la historia y entremedio le pregunté si iba a tomar la d09 y me dijo que no, que iba cerca del metro, así que caminamos en esa dirección. Me dijo "pucha, puede ser (sobre la dedicación a la música). Pero es verdad que en esto no se pasa bien siempre, sobretodo porque la música es mi trabajo, si yo no me hubiese dedicado a la música dudo que pudiera haber hecho otra cosa porque yo creo que para lo único que sirvo es para esto. Y bueno...por lo mismo tengo que recurrir a prácticas 'lucho jara' como cobrar por algunos conciertos, por entrevistas, pero es porque con esa plata vivo. Entonces esto tiene su lado lindo y su lado no tan lindo. Y ¿quién sabe si algún día termino operándome la nariz como el Lucho Jara? ajajajajajajajaj"

Me dio el dato de que en unas semanas más tocaría en el Nescafé de las artes y que fuera, le conté que mi papá lo había escuchado y que lo había encontrado la raja y me dijo "lleva a tu papá también entonces!" Estábamos cruzando Manuel Montt y recuerdo haber visto pasar entre la masa que cruzaba la calle a un antiguo amigo de mi hermana. Como pensé que no me reconocería no lo saludé. Al llegar al otro lado de la calle nos despedimos y dijimos "nos vemos en yoga!", sin embargo nunca más lo volví a ver.

A los 5 minutos me llegó un mensaje de texto de mi hermana preguntándome "¿QUÉ HACÍAS CAMINANDO POR LA CALLE CON **** *****?" (su amigo le mandó un mensaje con la observación).

1 comentario:

  1. Insisto, ese tipo de weas solo te pasan a ti, creo que seguramente naciste un dia en que se cruzaron jupiter con neptuno y estas destinada a vivir miles de weas raras, ahora el asunto es q no todo el mundo tiene tu talento pa narrar... seca

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